Corría el año 2010 cuando dos amigos decidieron unir aquello que mejor sabían hacer con sus ganas de emprender. Y si además podían contribuir a un mundo energético más justo y eficiente, ¿por qué no? Así nació Varaener.
El varano (lagarto) es un animal peculiar: ajusta su nivel de energía según su temperatura corporal y, aunque no lo parezca, es ágil y puede correr hasta 19 km/h. No podía existir un animal más representativo de nuestra visión: reducir el desperdicio energético, garantizando una actuación ágil y transparente en el mercado, tal como hace el varano con su propia energía.
Vara. Energía. Varaener.
De la idea al papel y del papel a la práctica, han transcurrido más de 14 años y cientos de miles de kilovatios en eficiencia energética.
Combatir el desperdicio energético mediante la optimización
de los sistemas de energía.